HISTORIA DEL JAZZ PARA EL BOLSILLO
Jorge Sarquís
El jazz es el fruto de encuentro entre dos tradiciones musicales en un sitio específico en un momento específico de la historia. Es el encuentro de la tradición africana con la europea en los estados unidos a mediados del siglo XVII, cuando empezaron a llegar millones de negros esclavizados a los territorios del sur de lo se convertiría en los Estados Unidos de Norteamérica.Hacia finales del siglo XIX, la evolución previa de los cánticos religiosos de los negros evangelizados, convertidos en la música llamada GOSPELL y en paralelo la del BLUES, que vendría a ser la música profana alimentada de las canciones de plantación, las baladas y otras formas de expresión popular africanas y europeas como el simpático estilo saltarín del RAGTIME pianístico vendrían a propiciar el nacimiento del jazz en los inicios del siglo XX en Nueva Orleans con dos características distintivas: la superposición de ritmos regulares e irregulares con el uso de notas a contratiempo y síncopas por una parte, y la improvisación como forma más común del jazz clásico por la otra.
En el jazz participan dos tipos funcionales de instrumentos, los rítmicos que son la batería y el contrabajo por un lado y los melódicos, que son generalmente el piano la trompeta y/o el saxofón.
Los grupos jazzísticos modernos generalmente son tríos o cuartetos. En los tríos se dan dos instrumentos rítmicos y uno melódico; batería y contrabajo al lado de un piano o una guitarra. En los cuartetos se añade a estos un aliento como la trompeta o el saxofón. También hay quintetos y claro, en los años 30´s y 40´s fueron muy famosas algunas BIG BANDS o grandes bandas, en las que participaban veinte miembros o más, las cuales contaban con una sección de ritmos y otra sección melódica, cada una con varios ejecutantes del mismo instrumento.
Cronología del Jazz
RAGTIME, 1900, S Joplin
N.O. DIXIELAND, 1910, J Morton, B Balden, Original, Dixieland, Band.
ESTILO CHICAGO, 1920, King Oliver, L Amstrong, D Ellington, Count Basie.
SWING, 1930, B Goodman, G Miller, B Holliday.
BE-BOP, 1940, C Parker, D Gillespie, T. Monk, S Vaughan.
COOL, 1950, C Baker, Modern jazz, Quartet.
FREE JAZZ, 1960, O Coleman, C Taylor, C Mingus.
FUSION, 1970, M Davies.
1980, W Marsalis, L Bowie, O Hakim.
Evolución y estilos de Jazz
Estilo Nueva Orleans. La ciudad fue cuna del Jazz. Ahí nació Jerry Morton, que si bien no inventó el jazz, sí fue de los primeros músicos que tuvo conciencia de esa música como una nueva música. Todavía se aprecia el lazo con el ragtime y la música de pasacalle.
Nueva York y Chicago en los 20´s. En los primeros veintes el jazz halló refugio en los locales de los traficantes de alcohol. En esta época, Louis Amstrong logró con sus Hot Five primero y Hot Seven luego, que el jazz diera un gran salto, al imponer la expresión personal del solista frente a la improvisación colectiva entretejida que caracteriza al estilo Nueva Orleans. Bix Beiderbecke fue en esa época un trompetista blanco cuyo original fraseo y muerte prematura hicieron de él un mito del jazz de la época. En los 20´s inicia la era de las grandes bandas, como la de Paul Witheman, que se consagraría con su versión de Rhapsody in blue, de George Gerswhin, o la de Fletcher Henderson, con solistas como Rex Stewart a la trompeta o Coleman Hawkins al saxo tenor y sobre todo, la orquesta de Duke Ellington.
Los años de la Depresión. El crac económico del 29 afectó gravemente a varios músicos que se vieron alejados de los estudios de grabación y de los escenarios. Sin embargo, el público seguía reclamando espectáculos y las orquestas ya establecidas siguieron conociendo un auge imparable al que se sumaría, ente otras, la de Count Basie, considerada por muchos la mejor orquesta de jazz de todos los tiempos. De estas orquestas saldrían solistas de gran personalidad como el pianista Art Tatum y el pianista y cantante Fats Waller. Muchos de estos artistas emigraron a Europa a causa de la crisis económica, en busca de trabajo. Ahí encontrarían un medio muy diferente al americano, pues de los viejos hoteles y salines pronto pasaron a verse cobijados en salas de concierto arropados por una afición que más que un signo de modernidad veía en ellos a los padres de una nueva música. Surgieron así los nuevos hot clubs donde, contagiados por músicos como Coleman Hawkins o Sidney Bechet, comenzaron a despertar numerosas vocaciones musicales como el mítico Quinteto del Hot Club de Francia, liderado por el guitarrista Django Reihardt y el violinista Stéphane Grappelli.
La era del swing. En 1933 se derogó la prohibición del alcohol en los Estados Unidos. Esto, y el éxito de músicos blancos como Benny Goodman y Glenn Miller, contribuyó a que el jazz perdiera, al menos en parte, el calificativo de música marginal. En la segunda mitad de los 30´s el jazz alcanzó uno de sus grandes momentos de florecimiento. Es el estilo que se conoce como mainstream, época intermedia entre el jazz tradicional y el moderno. Las orquestas seguían siendo incubadoras de grandes solistas como el saxofonista Lester Young y el contrabajista John Kirby. Fue el momento también de la aparición de dos grandes cantantes Billie Holliday y Ella Fitzgerald, quienes, junto con Sarah Vaughan reinarían hasta nuestros día como diosas entre las voces del jazz.
El jazz tras la segunda guerra mundial. La influencia de la guerra en la vida de los músicos (muchos de ellos se vieron obligados a vestir el uniforme y tocar para entretener a la tropa, y los nacionalistas consideraban al jazz música degenerada) y las ansias de innovación de los más jóvenes, contribuyeron en esos días posteriores a la guerra, a una profunda renovación del jazz. El club Minton´s Playhouse sería la cuna del nuevo estilo, BEBOP, que tiene en Charlie Parker y en Dizzy Gillespie a sus líderes indiscutibles. Si Louis Amstrong significó la toma de conciencia del solista dentro de las agrupaciones del jazz, los bopper representaron una toma de conciencia más amplia. Se trataba de volver a los orígenes, de reinterpretar y reescribir la tradición mediante la exploración de nuevas armonías, la ampliación de los registros sonoros y de explotar todas las posibilidades de los ritmos y los tiempos a la vez. Thelonius Monk sería, entre los nuevos músicos, uno de los primeros en adaptar el piano al bebop. Lo correspondiente haría Charles Mingus con el contrabajo y Miles Davies con la trompeta. La segunda mitad de los 40´s era un hervidero de creatividad pues ante el surgimiento del BEBOP, algunos músicos se dieron a la tarea de revitalizar la tradición de Nueva Orleans, a la vez que la música afrocubana se apoderaba de las salas de baile de Nueva York. En esta época triunfó Ella Fitzgerald, con recursos técnicos incomparables como el “scat”, forma vocal basada en sílabas onomatopéyicas que permite competir con la improvisación instrumental. Junto a ella destacaron Billie Holliday y Sarah Vaughan, las mejores voces del jazz, la cantante más emblemática del BEBOP. Por su parte, el rythm and blues vivía un momento de esplendor con figuras como Ray Charles, Etta James y Chuck Berry. Todo esto llevó incluso a un cambio en la política norteamericana sobre el jazz, surgiendo las primeras radiodifusoras destinadas al público afroamericano sin la etiqueta de “race records”.
Los años 50: Bebop, cool y rythm and blues. A lo largo de la breve historia del jazz los nuevos estilos surgen de los viejos y conviven con ellos, ampliando el espectro de la música popular afroamericana. Así, en los 50´s, algunos músicos blancos como Chet Baker, rehúyen el lado más explosivo del bebop sin renunciar a los progresos que este nuevo estilo supone y adoptan una estética más tranquila con un toque lírico y de emoción a la que se denomina cool jazz. Este incluye al movimiento de jazz de cámara del Modern Jazz Quartet por ser demasiado elegante para algunos, hasta las colaboraciones irrepetibles de Miles Davies y Gil Evans, pianista y compositor que hicieron sabios arreglos entre los mejores de la historia del jazz. Con Max Roach, los jazz Messengers y las formaciones del saxofonista Sonny Rollins o del contrabajista Charles Mingus, el bebop proseguía su evolución, enriqueciéndose día a día con nuevos hallazgos que sentaron las bases del jazz moderno. Algunos músicos surgidos del bebop comenzaron a cultivar el funk, impregnado de resonancias del blues y del gospell, en el que destarían figuras como Lou Benett, organista, el guitarrista Grant Green o Donald Byard, el trompetista. Su música era densa y tórrida, con el mismo espíritu de trance místico heredado del gospell y que el soul hiciera tan suyo.
Los años sesenta: The New Thing and Soul. Los años 60 fueron de grandes cambios en la sociedad norteamericana tanto en lo político como en la lucha por los derechos civiles de los negros alrededor de Martin Luther King y Malcolm X. En este contexto social surge la primera casa discográfica dirigida por un negro. Talma Motown, quien lanzara a la fama a muchos interpretes de soul de color como Marvin Gaye, Aretha Franklin, Sam Cooke y sobre todo James Brown , apodado el padrino del soul, quien supo desarrollar un electrizante estilo transformando la esencia del gospell en experiencia mística laica, convirtiendo sus conciertos en actos de fervor casi religioso. En Europa el pop de los Rolling stones o Erick Clapton descubría el blues y lo difundía entre el público europeo en sus propias versiones, a menudo muy apartadas de las originales. Así mientras una parte de la música afroamericana alcanzaba una dimensión insospechada, el jazz vería el advenimiento de the new thing, literalmente cosa nueva, o free jazz, una radical alteración de los principios musicales que habían regido anteriormente la improvisación. Músicos como Ornete Coleman o Cecyl Taylor lideraron este movimiento revolucionario con tintes reivindicativos que chocó contra el muro de la incomprensión. Promovían una música ajena al servilismo hacia el público blanco, que paradójicamente, era el único que los escuchaba. Aún hoy el free jazz tiene más eco en Europa pues el público afroamericano se decantó hacia otros estilos.
Los años setenta y el espíritu de Fusión. La música en los sesentas cambió profundamente, las discográficas, los conciertos, la radio, todo. La proliferación de géneros, el rock, la música progresiva, el pop y otras etiquetas semejantes vendían. El jazz no podía quedarse atrás y así, a algún genio se le ocurrió el concepto de fusión, en el que cabía un poco de todo. En los 70´s desaparecieron algunas de los más grandes del jazz como Amstrong y Ellington. Pero lejos de desaparecer o siquiera declinar, los estilos del jazz se consolidaron y proliferaron nuevas manifestaciones, como la salsa neoyorkina, heredera de la tradición afrocubana. No sólo se sumaron músicos sino además, nuevos instrumentos y técnicas; cabe aquí citar en este aspecto a Jaco Pastorius, que transformó el bajo eléctrico o Joe Zawinul el uso de los teclados.
Los años ochenta significaron un proceso de clarificación, Miles Davies regresó después de muchos años, ahora rodeado de músicos jóvenes. Comienza a despuntar una nueva generación: los Weather report con Omar Hakim, John McLaughlin y Lester Bowie, siempre ingenioso. Por su parte Winston Marsalis, técnicamente irreprochable, es poseedor de una estética que ha despertado los más diversos comentarios. En los 90´s se da una revival del más puro estilo Nueva Orleans al mismo tiempo que el auge del rap, la recuperación del bebop y el revival del soul, junto a los éxitos comerciales del funk y sus derivados. De manera que el jazz sigue vigente y consolidándose siempre entre los nuevos escuchas que no dejan de optar por alguna de sus muchas posibilidades.
Nueva York y Chicago en los 20´s. En los primeros veintes el jazz halló refugio en los locales de los traficantes de alcohol. En esta época, Louis Amstrong logró con sus Hot Five primero y Hot Seven luego, que el jazz diera un gran salto, al imponer la expresión personal del solista frente a la improvisación colectiva entretejida que caracteriza al estilo Nueva Orleans. Bix Beiderbecke fue en esa época un trompetista blanco cuyo original fraseo y muerte prematura hicieron de él un mito del jazz de la época. En los 20´s inicia la era de las grandes bandas, como la de Paul Witheman, que se consagraría con su versión de Rhapsody in blue, de George Gerswhin, o la de Fletcher Henderson, con solistas como Rex Stewart a la trompeta o Coleman Hawkins al saxo tenor y sobre todo, la orquesta de Duke Ellington.
Los años de la Depresión. El crac económico del 29 afectó gravemente a varios músicos que se vieron alejados de los estudios de grabación y de los escenarios. Sin embargo, el público seguía reclamando espectáculos y las orquestas ya establecidas siguieron conociendo un auge imparable al que se sumaría, ente otras, la de Count Basie, considerada por muchos la mejor orquesta de jazz de todos los tiempos. De estas orquestas saldrían solistas de gran personalidad como el pianista Art Tatum y el pianista y cantante Fats Waller. Muchos de estos artistas emigraron a Europa a causa de la crisis económica, en busca de trabajo. Ahí encontrarían un medio muy diferente al americano, pues de los viejos hoteles y salines pronto pasaron a verse cobijados en salas de concierto arropados por una afición que más que un signo de modernidad veía en ellos a los padres de una nueva música. Surgieron así los nuevos hot clubs donde, contagiados por músicos como Coleman Hawkins o Sidney Bechet, comenzaron a despertar numerosas vocaciones musicales como el mítico Quinteto del Hot Club de Francia, liderado por el guitarrista Django Reihardt y el violinista Stéphane Grappelli.
La era del swing. En 1933 se derogó la prohibición del alcohol en los Estados Unidos. Esto, y el éxito de músicos blancos como Benny Goodman y Glenn Miller, contribuyó a que el jazz perdiera, al menos en parte, el calificativo de música marginal. En la segunda mitad de los 30´s el jazz alcanzó uno de sus grandes momentos de florecimiento. Es el estilo que se conoce como mainstream, época intermedia entre el jazz tradicional y el moderno. Las orquestas seguían siendo incubadoras de grandes solistas como el saxofonista Lester Young y el contrabajista John Kirby. Fue el momento también de la aparición de dos grandes cantantes Billie Holliday y Ella Fitzgerald, quienes, junto con Sarah Vaughan reinarían hasta nuestros día como diosas entre las voces del jazz.
El jazz tras la segunda guerra mundial. La influencia de la guerra en la vida de los músicos (muchos de ellos se vieron obligados a vestir el uniforme y tocar para entretener a la tropa, y los nacionalistas consideraban al jazz música degenerada) y las ansias de innovación de los más jóvenes, contribuyeron en esos días posteriores a la guerra, a una profunda renovación del jazz. El club Minton´s Playhouse sería la cuna del nuevo estilo, BEBOP, que tiene en Charlie Parker y en Dizzy Gillespie a sus líderes indiscutibles. Si Louis Amstrong significó la toma de conciencia del solista dentro de las agrupaciones del jazz, los bopper representaron una toma de conciencia más amplia. Se trataba de volver a los orígenes, de reinterpretar y reescribir la tradición mediante la exploración de nuevas armonías, la ampliación de los registros sonoros y de explotar todas las posibilidades de los ritmos y los tiempos a la vez. Thelonius Monk sería, entre los nuevos músicos, uno de los primeros en adaptar el piano al bebop. Lo correspondiente haría Charles Mingus con el contrabajo y Miles Davies con la trompeta. La segunda mitad de los 40´s era un hervidero de creatividad pues ante el surgimiento del BEBOP, algunos músicos se dieron a la tarea de revitalizar la tradición de Nueva Orleans, a la vez que la música afrocubana se apoderaba de las salas de baile de Nueva York. En esta época triunfó Ella Fitzgerald, con recursos técnicos incomparables como el “scat”, forma vocal basada en sílabas onomatopéyicas que permite competir con la improvisación instrumental. Junto a ella destacaron Billie Holliday y Sarah Vaughan, las mejores voces del jazz, la cantante más emblemática del BEBOP. Por su parte, el rythm and blues vivía un momento de esplendor con figuras como Ray Charles, Etta James y Chuck Berry. Todo esto llevó incluso a un cambio en la política norteamericana sobre el jazz, surgiendo las primeras radiodifusoras destinadas al público afroamericano sin la etiqueta de “race records”.
Los años 50: Bebop, cool y rythm and blues. A lo largo de la breve historia del jazz los nuevos estilos surgen de los viejos y conviven con ellos, ampliando el espectro de la música popular afroamericana. Así, en los 50´s, algunos músicos blancos como Chet Baker, rehúyen el lado más explosivo del bebop sin renunciar a los progresos que este nuevo estilo supone y adoptan una estética más tranquila con un toque lírico y de emoción a la que se denomina cool jazz. Este incluye al movimiento de jazz de cámara del Modern Jazz Quartet por ser demasiado elegante para algunos, hasta las colaboraciones irrepetibles de Miles Davies y Gil Evans, pianista y compositor que hicieron sabios arreglos entre los mejores de la historia del jazz. Con Max Roach, los jazz Messengers y las formaciones del saxofonista Sonny Rollins o del contrabajista Charles Mingus, el bebop proseguía su evolución, enriqueciéndose día a día con nuevos hallazgos que sentaron las bases del jazz moderno. Algunos músicos surgidos del bebop comenzaron a cultivar el funk, impregnado de resonancias del blues y del gospell, en el que destarían figuras como Lou Benett, organista, el guitarrista Grant Green o Donald Byard, el trompetista. Su música era densa y tórrida, con el mismo espíritu de trance místico heredado del gospell y que el soul hiciera tan suyo.
Los años sesenta: The New Thing and Soul. Los años 60 fueron de grandes cambios en la sociedad norteamericana tanto en lo político como en la lucha por los derechos civiles de los negros alrededor de Martin Luther King y Malcolm X. En este contexto social surge la primera casa discográfica dirigida por un negro. Talma Motown, quien lanzara a la fama a muchos interpretes de soul de color como Marvin Gaye, Aretha Franklin, Sam Cooke y sobre todo James Brown , apodado el padrino del soul, quien supo desarrollar un electrizante estilo transformando la esencia del gospell en experiencia mística laica, convirtiendo sus conciertos en actos de fervor casi religioso. En Europa el pop de los Rolling stones o Erick Clapton descubría el blues y lo difundía entre el público europeo en sus propias versiones, a menudo muy apartadas de las originales. Así mientras una parte de la música afroamericana alcanzaba una dimensión insospechada, el jazz vería el advenimiento de the new thing, literalmente cosa nueva, o free jazz, una radical alteración de los principios musicales que habían regido anteriormente la improvisación. Músicos como Ornete Coleman o Cecyl Taylor lideraron este movimiento revolucionario con tintes reivindicativos que chocó contra el muro de la incomprensión. Promovían una música ajena al servilismo hacia el público blanco, que paradójicamente, era el único que los escuchaba. Aún hoy el free jazz tiene más eco en Europa pues el público afroamericano se decantó hacia otros estilos.
Los años setenta y el espíritu de Fusión. La música en los sesentas cambió profundamente, las discográficas, los conciertos, la radio, todo. La proliferación de géneros, el rock, la música progresiva, el pop y otras etiquetas semejantes vendían. El jazz no podía quedarse atrás y así, a algún genio se le ocurrió el concepto de fusión, en el que cabía un poco de todo. En los 70´s desaparecieron algunas de los más grandes del jazz como Amstrong y Ellington. Pero lejos de desaparecer o siquiera declinar, los estilos del jazz se consolidaron y proliferaron nuevas manifestaciones, como la salsa neoyorkina, heredera de la tradición afrocubana. No sólo se sumaron músicos sino además, nuevos instrumentos y técnicas; cabe aquí citar en este aspecto a Jaco Pastorius, que transformó el bajo eléctrico o Joe Zawinul el uso de los teclados.
Los años ochenta significaron un proceso de clarificación, Miles Davies regresó después de muchos años, ahora rodeado de músicos jóvenes. Comienza a despuntar una nueva generación: los Weather report con Omar Hakim, John McLaughlin y Lester Bowie, siempre ingenioso. Por su parte Winston Marsalis, técnicamente irreprochable, es poseedor de una estética que ha despertado los más diversos comentarios. En los 90´s se da una revival del más puro estilo Nueva Orleans al mismo tiempo que el auge del rap, la recuperación del bebop y el revival del soul, junto a los éxitos comerciales del funk y sus derivados. De manera que el jazz sigue vigente y consolidándose siempre entre los nuevos escuchas que no dejan de optar por alguna de sus muchas posibilidades.

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