jueves, 29 de enero de 2009

POLÉMICA MADERO

Laura Fdez-Montesinos Salamanca

Una vez más, el ayuntamiento de Orizaba, en representación de uno de sus voceros, vuelve a hacer apología de la polémica surgida por el cierre parcial vehicular de la calle Madero, según en ellos “en apoyo de las familias cuyo único sustento es el comercio”.
Entrevistado el día 28 del presente en la cadena local de televisión, el Sr. Raymundo Reinoso, insistió sobre los beneficios que generará este cierre. Lo que no dice, es el caos vehicular que provocará el prácticamente cierre de una de las arterias principales de la ciudad, que canaliza el tránsito hacia el centro, pues el desorden urbano de esta ciudad tan concurrida y estrecha de calles y avenidas, donde encontrar un estacionamiento es casi una aventura, genera tránsito lento, embotellamientos, y por ende mucha contaminación, de la que parece que no somos conscientes.
Éste antiguo y pésimo ordenamiento urbano, impide a la gente el hermoso y saludable hábito de caminar, pues la lejanía de los centros habitacionales obliga al uso de vehículos (públicos o privados) para los desplazamientos hacia un centro cada vez más alejado, caótico y saturado.
El Sr. Reinoso habría de hacer apología de sus buenas intenciones con otras más útiles e indispensables, que a su vez promovieran la veracidad de tan excelsas “mejoras” como por ejemplo un estacionamiento subterráneo amplio en la misma calle que se pretende cortar al tránsito vehicular, para proporcionar un espacio seguro, cercano y accesible, que evite dar cuatrocientas vueltas, o tener que estacionarse lejos si se va a llegar cargado de paquetes.
Pero además hay otra serie de cuestiones que analizar en este aspecto. En primer lugar, la “preocupación” por beneficiar a las familias que viven del comercio en la calle Madero, cuando curiosamente, está ocupada por grandes tiendas de grandes empresarios o firmas multinacionales, que por el simple hecho de su ubicación, tienen la venta asegurada, sin necesidad de hacer dicha calle peatonal. Son escasísimas las familias ubicadas en este lugar, cuya actividad comercial representa su único y magro recurso. Por lo tanto aquí sucede algo raro: o se quiere beneficiar a los grandes comercios, en términos generales, de las grandes multinacionales, millonarias de por sí, o hay una confusión entre lo que dice el ayuntamiento y la realidad.
El sano proyecto de hacer la calle madero peatonal pasaría, por tanto, por varios factores imprescindibles e imposibles de obviar: uno de ellos es establecer o construir un amplio estacionamiento subterráneo; adecentar la calle acorde con el proyecto, donde poder circular con carritos de bebés, de la compra, patines y hasta bicicletas –un carril bici sería magnífico- y no los burdos “arreglos” que están haciendo a algunas calles aledañas. No hay que olvidar que si de mejorar la calidad de vida se trata, habría que establecer un reordenamiento estratégico para proporcionar un espacio a familias realmente necesitadas dedicadas a esta actividad, de manera que no afecten al comercio establecido, y sí atraigan con su actividad a mayor número de compradores o paseantes. Instalar algunos bancos donde personas de edad puedan descansar, y algunos árboles que provean de sombra y minimicen el impacto de la tremenda contaminación de la ciudad. Y el último y más importante factor: reordenar el tránsito vehicular para descongestionar la vialidad, adecuar vías alternativas que agilicen el tráfico, generen menos contaminación, e incluso adaptar un transporte público gratuito y ecológico para aquellos que por su condición, precisen de apoyo en su traslado por un espacio peatonal.
No es por tanto tan simple como los Sres. Servidores públicos nos lo quieren pintar. Si lo van a hacer, tienen que hacerlo bien, invirtiendo cuanto sea necesario, y beneficiando a gran número de comerciantes, no únicamente a muchos de los millonarios que ocupan grandes espacios de la calle. laurafdez27@hotmail.com

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