domingo, 4 de enero de 2009

Reajuste de Trabajadores


Reajuste de Trabajadores
Fco. Javier Chaín Revuelta

Fedor Dostoiesvki en su magna obra Los Demonios se burlaba de que a algunos rusos nobles pudieran llamarlos “propietarios” si nunca se aparecían en sus propiedades. Años después Don Emiliano Zapata (cuyo nombre está escrito en oro en el congreso de la nación y al cual algunos nobles mexicanos celebrarán en las fiestas del bicentenario de la “independencia” y el centenario de la “revolución”) ya no se burlaba con el lenguaje sino lo hacía con la seriedad de los machetes y las balas. Quiso, sin lograrlo, establecer que la tierra fuera de los que la trabajan.

Que la tierra fuera de quienes la trabajan aun es lema de las escuelas básicas de este potente e inteligente país que es México, al menos seguirá siendo ética enseñanza mientras el calderonato aborte esa cosa que llaman “Acuerdo de la alianza de la calidad de la educación”

Lo que si se puede celebrar, en el terreno de las ciencias, es que ya en el XIX Don Carlos Marx haya estudiado las relaciones entre capital y trabajo. De sus científicas conclusiones pudo quedarle muy claro que los trabajadores industriales, al igual que los campesinos de sus tierras, deberían ser los propietarios de las máquinas y equipos que producen los bienes (de los medios de producción) y así el capitalista pues ya no podría robar la plusvalía y tendría que ponerse de verdad a trabajar y a no vivir sólo del trabajo de los demás. Podemos decir, por ejemplo, que gracias al esfuerzo de este gran pensador, la leyes mexicanas modernas, inspiradas en tan buenas ideas, obligan a que sólo se otorguen “placas” o “permisos de taxi” a los “verdaderos trabajadores del volante” o “choferes” y no a los “vagos” que sólo gustan vivir del trabajo ajeno. Asimismo, debemos a Marx que en las cooperativas de choferes existentes en el país, sea realmente cada chofer el propio dueño de su camión de pasaje, y así etceteramente.

Además de una magna obra que da sustento a lo que ahora en el XXI se llama Economía Política, Marx dejó escrito, junto con don Federico Engels, un cuaderno titulado Manifiesto del Partido Comunista, un cuaderno cuyo lema fue “Proletarios de todos los países uníos, no tienen nada que perder”, un cuaderno que revolucionó, más que ninguno, el mundo entero, y dio el sustento económico político, con el cual han podido desarrollarse las economías más potentes del planeta. La palabra proletario refiere a toda persona desposeída de bienes de producción, es también aquella persona que alquila su fuerza de trabajo, su habilidad, sus conocimientos, gran parte de su tiempo y vida al servicio del capitalista o del propietario, todo ello a cambio de un salario. Al lugar que ocupan los proletarios es a lo que se llama un “empleo” o un “trabajo” y al capitalista o propietario es al que ahora llaman “el industrial” “el empresario”
Iniciando el 2009 el vocero del sindicato de empresarios del valle de esta región de grandes montañas informa que sigue disminuyendo el monto de lo que facturan (y de lo que no facturan) y que reducen nóminas (alquilarán menos proletarios) Se proponen conseguir nuevos “mercados” e instan al gobierno les aumente las compras. Los proletarios, que ha siglos no tienen ya nada que perder, acostumbrados a la miseria, simplemente no dicen nada, ya ni voz ni sindicato tienen, solo esperarán el 2010 para echar cohetes y celebrar el bicentenario de la “independencia” y el centenario de la “revolución” que los nobles propietarios les preparan con ahínco. fjchain@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario