Señales de arrepentimiento
Reveladoras anécdotas de Manuel Espino, ex presidente del partido Acción Nacional en su obra SEÑAL DE ALERTA, este libro que lejos de ser una advertencia resulta un desahogo para quien ha sido desplazado de la operación política tradicional de las componendas y concertacesiones por su villano favorito, el Senador Manlio Fabio Beltrones, es la aceptación de la dependencia corrupta de los partidos tradicionales PRI y PAN.
En el recuento lleno de contradicciones de su participación política deja claro la cacería que desde los pinos se orquesto en contra de Andrés Manuel López Obrador, admite haber recomendado no seguir promoviendo el desafuero del entonces jefe de gobierno capitalino, no por un acto de legalidad si no por rentabilidad política.
De manera angustiosa da cuenta de las componendas políticas a que estuvo dispuesto con tal de hacer notar su apoyo al hoy presidente legal Felipe Calderón, hasta en esos menesteres se asoma la traición y el doble discurso con que actuaron, las diputaciones plurinominales que prometieron a la Maestra Elba Esther Gordillo no se concretaron, le endosa el incumplimiento a la actual Secretaria de educación Josefina Vázquez Mota por no hacer llegar a tiempo los nombres de los beneficiarios; eso sí, hizo puntual precisión de lo sucedido a Felipe y a la señora Gordillo.
Cuando López Obrador exhibe a Diego Hildebrando, cuñado de Felipe Calderón como traficante de influencias, Manuel Espino acepta haber sido pragmático bajo la justificación del bien superior. En esa misma línea pragmática y justificada, acepta su intromisión en las filas de otro partido “Persuadí a algunos gobernadores del PRI para mover el voto útil de sus correligionarios”, pero según el autor sin comprometer a su partido ni torcer sus principios.
El libro de Manuel Espino fue elaborado con la intención de denostar al Senador Manlio Fabio Beltrones, no dijo cosas nuevas que no se supieran del sistema político que de ninguna manera se justifican, da cuenta de los compromisos, arreglos y componendas que hicieron para mantenerse en el poder y que hoy tienen maniatado al presidente legal, ¿o pensaron que no les cobrarían la complicidad electoral?; acusa de lo que practicaron en las elecciones de 2006 para despojar de la presidencia de la republica a Andrés Manuel López Obrador, este fue calumniado, infiltrado, atacado y victima de fraude electoral. Exactamente fue objeto del mismo tratamiento que hoy contiene la perorata de quejas que escribe Manuel Espino en contra del Senador Manlio Fabio Beltrones, la diferencia es que para hacerlo el ex presidente del PAN se justifica se arrepiente y se persigna, el Senador es un mundano pecador de la política.
JORGE MARIN BARRAGAN Orizaba, Ver. A 5 de enero de 2009
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